
La película Passion Play fue la última cinta rodada por Megan Fox. Después de su despido de Transformers 3, la actriz no pasa por buenos momentos en su carrera profesional. Hace unas semanas nos enteramos que Passion Play pasaría directamente al formato doméstico (en DVD). Es decir, sus productores no quisieron invertir dinero en su estreno cinematográfico. Rotundo fracaso antes de nacer.
Passion Play es (o era) un drama romántico con tintes sobrenaturales en el que un trompetista de Jazz en horas bajas se enamora de una enigmática joven que trabaja en un club, a las ordenes de un mafioso. Como peculiaridad la joven posee alas, como si de un ángel se tratara.
Meses atrás Mickey Rourke calificó a Megan Fox como una de las mejores actrices con las qu e había trabajado en su vida. Hace unos días fue consultado al respecto y se carcajeó. Claro desprecio a Megan Fox. Tal vez la protagonista de Jennifers Body no es la mejor actriz del mundo, pero tampoco se merece que la vapuleen (bueno, tal vez al menos para salir de nuevo en los titulares).
Mickey Rourke no suele hablar bien de sus películas. Ya sucedió con Iron Man 2 y le faltó poco para Los Mercenarios.